Agradezco a Dios por permitirme vivir y conocer la micropigmentación, a mi familia por su apoyo incondicional en todo este proceso, a todas esas personas hombres y mujeres que han depositado su confianza en mi, para poder hacer parte de su imagen.
Cuando empecé en este mundo decreté, imagine o manifesté que yo iba a estar representando a Ecuador en la micropigmentación y así fue, el año pasado tuve la oportunidad de representarlo en el mundial de micropigmentación. Fue una experiencia enriquecedora y maravillosa mis ojos se aguaron de felicidad ver donde había llegado, y pensé puedo lograr lo que me proponga, son muchos los motivos para amar este arte. He vivido muchas cosas, viajes, momentos, conocer muchos colegas, competir y crecer profesionalmente.